Cada
vez parecen encajar más piezas en este diabólico puzzle. Glenn
Thomas, consultor de la OMS en Ginebra, experto en sida y, sobre todo, experto
en el virus del Ébola, volaba a bordo del Boeing 777 de Malaysia Airlines (el
vuelo MH-17), abatido sobre Ucrania este julio de 2014.
Glenn
Thomas era uno de los portavoces de la OMS y estuvo involucrado en una serie de
investigaciones acerca de las operaciones de prueba con el virus del Ébola en
el laboratorio de armas biológicas en el hospital de Kenema, Sierra Leona.
Este
laboratorio estaba asociado con la Universidad de Tulane, en Nueva Orleans y
colaboraba también con el Instituto de Investigación Médica de Enfermedades
Infecciosas del Ejército de EEUU (US Army Medical Research Institute of
Infectious Disease).
Recordemos
también que en dicho laboratorio trabajaba el doctor Shiekh Humar Khan, el
máximo experto en Ébola de Sierra Leona y considerado un héroe nacional por su
lucha contra la enfermedad y que murió el pasado 29 de julio tras ser infectado
por el virus.
Ahora
que este laboratorio ha sido clausurado por orden del Gobierno de Sierra Leona,
emergen detalles sobre los posibles intereses que se ocultan tras su gestión.
Bill
y Melinda Gates tienen conexiones con el laboratorio de armas biológicas
ubicado en Kenema, y ahora, después de la apertura de una investigación
informal, aparece también el nombre de George Soros, que a través de su Fundación,
estaría financiando estos laboratorios de armas biológicas.
Glenn
Thomas era consciente de las evidencias que demostraban que el laboratorio
había manipulado diagnosticos para que dieran positivo para el Ébola (en nombre
de la Universidad de Tulane), con el fin de justificar la aplicación de un
tratamiento médico obligatorio sobre la población. El objetivo final de esta
maniobra sería aplicar una vacuna experimental contra el Ébola que, de hecho,
infectaría con el virus a los pacientes.
Glenn
Thomas se había negado a participar en este encubrimiento y esa podría ser la
razón por la que Glenn Thomas habría sido asesinado (Nota: suponemos que el
derribo de dicho avión uniría diversos intereses en diferentes asuntos, algo
así como una oportunidad para “matar varios pájaros de un tiro”).
Los
medios de comunicación oficiales nunca han informado sobre la presencia del
laboratorio de armas biológicas en Kenema, y mucho menos de la disposición de
cerrarlo con el fin de detener las pruebas con el Ébola por parte de la
Universidad de Tulane.
El
multimillonario George Soros, a través de la Fundación Soros Open Society, ha
invertido significativamente y durante muchos años en el ahora conocido como el
“triángulo de la muerte del Ébola” formado por Sierra Leona, Liberia y Guinea.
Por
lo tanto, Soros sería uno de los principales interesados en acabar con la vida
del portavoz de la OMS Glenn Thomas, con el fin de impedir que se propagara a
través de los canales oficiales la noticia de que el brote de Ébola fue creado
realmente en un laboratorio de armamento biológico.
Esto
coincidiría con las denuncias de la población local, que acusaron al centro
médico de Kenema de expandir artificialmente el virus, hasta el punto de
atacarlo durante el verano, hecho que condujo al Ministerio de Salud de Sierra
Leona a cerrarlo el pasado 23 de julio.
Quizás
nunca lleguemos a conocer la verdad sobre el asunto, pero cada vez está más
claro que todo lo referente al Ébola es uno de los asuntos más sucios y
tenebrosos de los últimos tiempos…
ES/RobotPescador
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